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Arquitectos: Sol Galliano
- Área: 737 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Cecilia Longar

Descripción enviada por el equipo del proyecto. La vivienda se ubica en un barrio de chacras cerca del mar, y está pensada como casa de vacaciones para recibir a una familia numerosa. Los requerimientos del proyecto fueron espacios de reunión amplios, muchas habitaciones y baños de medidas mínimas, además de aprovechar las vistas abiertas de los alrededores del terreno.


Sobre un basamento de piedra que reúne todos los servicios, se apoyan dos losas de hormigón que configuran la planta alta, donde se ubican los espacios comunes y dormitorios, priorizando visuales y asoleamiento de los mismos. Se implantó la casa rotada de las líneas de frente y laterales del terreno, para que el área social mire al norte, abriéndose también al oeste para ver las puestas del sol. Asimismo, la suite principal y los dormitorios de uso más cotidiano se orientaron al este para ver el amanecer y recibir el sol de la mañana.



Se proyectó la vivienda como un constante recorrido, en el que van sucediendo diferentes experiencias. El acceso a la misma es a través de una escalera exterior que gira en torno a un patio con árbol y un estanque, y continúa hacia la azotea, armada como espacio de contemplación y reunión al aire libre. El diseño de paisaje acompaña esta idea de partido, generando una pasarela que recorre todo el terreno y que va teniendo diferentes situaciones y actividades de esparcimiento como la piscina, el lugar de fogón, los juegos infantiles y las lomadas naturales del terreno.


En el interior, las circulaciones se organizan alrededor del mismo patio, que permiten el acceso a todos los espacios de la casa. Sus formas orgánicas y transparencias generan una vinculación visual entre los sectores sociales, ayudando también al ingreso de luz en la zona de juegos de los niños, que se cierra hacia el frente de la casa orientada al sur.


Los muros interiores y el equipamiento fijo se revistieron en madera, respondiendo al mismo lenguaje del exterior, donde la madera se materializa en parasoles que dan privacidad y oscurecimiento a los dormitorios. La pileta, jacuzzi y solárium repiten las formas orgánicas de los vacíos en las losas, generando un diálogo constante entre interior y exterior.




























